Falleció el padre Alejandro Delorenzi
A los 60 años murió producto de una neumonía. Amigo personal del Papa Francisco, fundó hace una década la capilla Desatanudos en el barrio La Garita. El Municipio dispuso un duelo de 48 horas.
A la edad de 60 años, falleció este miércoles en el Sanatorio Juncal de Temperley el padre Alejandro Delorenzi, fundador de la capilla Nuestra Señora Desatanudos en el barrio La Garita, en el predio lindero a la granja de recuperación de adictos “Revivir”.
Fue el propio Papa Francisco –entonces Cardenal Primado Jorge Bergoglio– amigo personal de Delorenzi, quien lo destinó a Revivir, desde donde el “Padre Ale”, como todos lo llamaban, empezó una tarea pastoral que trascendió largamente a la granja e incluso al barrio: feligreses de todo Cañuelas se acercaron a su particular estilo sacerdotal, que contrastó por mucho tiempo con las formas acartonadas del tempo Parroquial del centro.
El 8 de diciembre del 2009, Alejandro pudo inaugurar una capilla en honor a la Virgen María Desatanudos, una advocación de origen alemán que Bergoglio “importó” a la Argentina. Y fue el propio Francisco (aunque antes de serlo) quien celebró la Misa inaugural de la capilla.
Al padre Ale acudieron inumerable cantidad de embarazadas, a quienes bendecía el vientre, y muchas parejas en busca de un hijo.
A la par de su vocación religiosa, disfrutaba mucho escribir poemas y reflexiones, muchos de las cuales publicaba en las redes sociales. En el año 2014 presentó su libro “Latidos bajo la lluvia”, que auspició el centro cultural Volveré.
Delorenzi se recuperó de un cáncer y el año pasado estuvo internado por un cuadro de neumonía, del que nunca pudo recuperarse totalmente. Desde hacía unos días se hallaba internado por una insuficiencia respiratoria, hasta su fallecimiento en la mañana de este miércoles.
Duelo
El Gobierno Municipal dispuso un duelo comunitario de 48 horas en virtud de la desaparición física del padre Alejandro Delorenzi. En el decreto redactado este mediodía, se destaca el fuerte compromiso social desarrollado por el sacerdote, así como “su sencillez y profundidad cristiana, como su constante preocupación por el sufrimiento de los más necesitados”.
El documento comunitario expresa el profundo pesar por la irreparable pérdida y confirma la aplicación de las medidas y alcances de rigor para las jornadas de Duelo.