Ante una amenaza de escrache, Vázquez pidió protección para su familia

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No fue un inicio de gestión sencillo para los concejales electos del Frente Renovador. Tras haber quedado en el centro de la polémica por su decisión de acompañar al oficialismo en la elección de Maximiliano Mazzanti para la presidencia del HCD, ahora deben enfrentar la incertidumbre por un supuesto escrache al que de forma anónima se ha estado convocando a través de las redes sociales.

Te pidieron el voto para ser oposición y cuidarnos de los abusos de Arrieta. Pero negociaron con Arrieta y votaron el aumento de tasas. Que no te tomen por tonto”, reza el panfleto digital que circuló en los últimos días, y que además convoca a un escrache este jueves en el domicilio de Cristina Rasquetti, y otro el viernes frente a la casa de Leonel Vázquez. Para colmo, se difunde en el mismo la dirección de ambos.

El hecho fue duramente repudiado el pasado lunes en la sesión especial de la asamblea legislativa en la que juraron el intendente Gustavo Arrieta y los nuevos ediles. Tanto desde la bancada de Cambiemos, como desde el FPV y el propio mandatario comunal hicieron saber su desagrado con este tipo de prácticas.

No obstante ello, el concejal Vázquez y su esposa se presentaron el miércoles en la comisaría denunciando el hecho, y solicitando protección personal.

La propia esposa del concejal manifestó su fastidio y preocupación por la situación a través de su cuenta de Facebook: “Gente que no sé quiénes son, que no conozco, están publicando nuestro domicilio familiar para hacer un ‘escrache’ a mi esposo. Pero no se olviden, que detrás de mi esposo, hay una familia con dos menores, seamos coherentes. Realmente hacer público mi domicilio y no tener HUEVOS para dar la cara, es de pobre gente. RESPETEN MI HOGAR Y MI INTIMIDAD”, pidió la mujer

Cabe recordar que en abril del 2013, la familia Vázquez fue víctima de una brutal entradera, en la cual el ahora concejal fue atado, golpeado con armas de puño y hasta le gatillaron –al igual que a su pequeña hija de 3 años- en la cabeza en varias oportunidades.

Ahora, la familia se ve nuevamente angustiada, solo que ahora por un incomprensible accionar que nada tiene que ver con la convivencia democrática.

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