Una historia de aprendizaje, suerte y esfuerzo.
CañuelasYa tuvo el agrado de conversar con Abigail Oliverio, una joven periodista formada en Cañuelas y La Matanza que ha sabido plasmar su pasión y vocación por su trabajo a lo largo de su vida.
Camila Corrales
Abigail Oliverio es una periodista, especializada en crónicas y móviles policiales. Es de Virrey del Pino, se graduó en la Escuela Secundaria Estrada y actualmente periodista de La Nación + (LN+), pero ha sabido ejercer sus talentos en el jóven canal nacional IP, en el Instituto de Medios y canal de televisión de la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM), donde se formó como Licenciada en Comunicación Social, y en la radio cañuelense NacPop.
“Esa fue mi primera gran escuela. El trabajo era ad honorem, pero ahí pude hacer columnas, conducción, móviles…” Para Oliverio, esta oportunidad se dió gracias al trato cercano que su novio, con quien está hace 13 años, tiene con uno de los hermanos Peralta, Federico. “Mi novio le comentó que tenía ganas de meterme en algún medio, y él ni lo dudó”, aseguró Oliverio, y reflexionó que, para ella, “algunas cosas son por suerte, y con otras cosas, a la suerte la tenés que acompañar”.
Vocación y aprendizaje
Mientras transitaba los talleres periodísticos de la UNLaM, todo parecía indicar que seguiría una carrera en radio, pero gracias a una profesora que trabajaba en el Instituto de Medios de la universidad, ingresó al entonces recién inaugurado canal de noticias UNLaM TV como productora por 2 años, hasta que se le dio la oportunidad de trabajar como cronista: “Mi primer móvil fue un verdurazo en San Justo, estaba nerviosa, pero ahí me di cuenta que por mucho que amo a la radio, mi lugar, mi vocación, era estar frente a cámara”.
Después, gracias a un convenio entre la UNLaM y el canal IP en 2020, Abigail tuvo la posibilidad de arrancar como cronista representativa de la universidad en el nuevo medio del Grupo Octubre. Al principio, salía en vivo “desde un lugar de La Matanza con un celu”, hasta que, gracias a la apertura de una vacante, fue invitada a trabajar en el medio para hacer crónicas, columnas y conducción. “En ese momento, creo que fue el día más feliz que tuve, porque estar en un medio posta era uno de mis objetivos”, afirmó Oliverio.
En IP, Abigail aprendió de primera mano el compromiso que tiene un periodista con la información y el “no errarle”, una presión distinta (pero bienvenida) comparada a trabajos anteriores. Después de 3 años en el medio, la joven periodista decidió que era hora de avanzar a nuevos horizontes, y “en medio de enviar currículums a otros medios”, le surgió la posibilidad de probarse para LN+ como cronista.
“Fue un proceso un poco más burocrático que en IP,” destacó Abigail, quien se sometió a un mes de pruebas con 18 otros candidatos hasta que, el 6 de enero de 2025, logró ingresar al medio como cronista policial, si bien como tal está “preparada para cualquier cosa en la calle”. Naturalmente, el cambio de trabajo resultó en una especie de “shock” para Oliverio, porque “no solo lo ven más personas, sino que la ideología es distinta.” Entre risas, nos recordó que IP es “un canal recontra peronista”.
A pesar del cambio y sus dudas al respecto, Abigail aseguró que creyó que “iba a ser más chocante” de lo que fue. Si bien admitió que no está tan metida “en la rosca política”, reconoce que hay “convicciones que no se cambian nunca”, pero para ella, fue un aprendizaje. “Entender cómo convivir con otras ideologías y posiciones que no compartimos también es parte del crecimiento profesional, porque si siempre vamos a estar en donde piensan igual que nosotros, donde nos sentimos cómodos, nos quedamos como en esa zona de confort, ¿y dónde está la discusión?”
Con suerte y esfuerzo
Abigail es de Virrey del Pino, y se formó en la Escuela Secundaria N°3 José Manuel Estrada para luego perseguir la carrera de periodismo en la UNLaM, y para ella, la educación pública es “un lugar de privilegio y calidad”. Ella considera que “gracias a que el estado tiene la posibilidad de poner universidades en distintos distritos”, ella fue capaz de estudiar una carrera y pudo “aprender a convivir con una diversidad de pensamientos”, e invitó a todos los estudiantes a creer en estas instituciones, que le abren un abanico de posibilidades a gente de bajos recursos, porque ellas “les van a abrir la cabeza de una manera que no va a poder creer”.
Para las personas que viven en Cañuelas, Virrey del Pino, o cualquier otra parte del conurbano, Abigail tiene un mensaje similar: “Crean en ustedes y en sus capacidades, no dejen que el contexto y los medios, que somos muy responsables, les hagan creer que no pueden lograr lo que sea con su esfuerzo. No importa lo lejos que estemos de lo que queremos lograr. El único límite que tenemos somos nosotros mismos, pero también existe una cuota de suerte para algunas personas, aunque yo creo que lo principal es pensar que no tenemos techo.”