Tristeza y desazón por la partida de Gustavo Angó.
Profundo pesar en la sociedad cañuelense, por la partida de un vecino de nuestra ciudad que supo defender los colores de la patria. Gustavo Angó, querido padre de familia y ex tripulante del Ara San Juan falleció en forma temprana, a los 53 años dejando un vacío inconmensurable entre familiares y amigos del ex marino.
Muestra de su inquebrantable fervor patriótico, tuvo lugar en la Plaza San Martín, cuando luego de un temporal, tuvo un gesto que era símbolo de su lealtad a la Bandera Argentina. “Vi mi bandera así.. Arrastrándose bajo la lluvia y el viento… La gente pasaba, corría, los autos también. Entonces no importaron los rayos, el deber de soldado manda. La levanté y la aduje cual mástil de popa… y así la dejé. Me sentí tan bien. No importó el diluvio, ya que al fin y al cabo con o sin uniforme soy un marino”, eran las palabras del marino a la prensa de entonces, allá por los años de la pandemia.
Mismo valor patriótico que detenta su familia. En época de la pandemia, su pareja Andrea Bordón, también acordándose de sus compatriotas, emprendió la fabricación de barbijos para distribuirlos en forma solidaria entre los vecinos de cañuelas y el personal y compañeros de su marido de la fuerza que trabajaban en el edificio Libertad.
Este marino cañuelense, pasó 10 años de su vida en el submarino ARA San Juan. Recordemos que el San Juan se hundió a 907 metros de profundidad, a unos 500 kilómetros del Golfo San Jorge, a la altura de Comodoro Rivadavia.