Reportaje a Tomás José Riva: “Mi próximo proyecto es seguir escribiendo hasta que Dios lo decida, porque es mi manera de encontrarme y encontrar a quienes se emocionan con mis letras…”

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El pasado mes de septiembre se fue un grande, a los 83 años de edad fallecio Tomás «Tito» Riva. CañuelasYa le rinde homenaje.

Por Martin Aleandro.

Dos veces Sub Secretario de Cultura, docente, premiado en varias oportunidades por su obra poética, Tomás José Riva es un referente insoslayable a la hora de hablar de Educación. Recordado como un docente que marcó a fuego a sus estudiantes, Tito Riva recuerda a la Cañuelas que lo vio crecer. En su relato, minucioso y preciso, se puede ver, como en una fotografía, aquella ciudad que se abría paso entre la urbanidad y el campo. Meses antes de su partida definitiva tuve el agrado de realizar este hermoso reportaje donde cuenta su vida, plasma su pensamiento y su pasión por la docencia y las Letras. En su memoria habita aquel tiempo en que los docentes eran personas muy respetadas y destacadas en la sociedad.

¿Cómo era esa Cañuelas que te vio crecer?

Cañuelas era un Pueblo totalmente distinto a la Ciudad que es hoy, con pocas calles asfaltadas, y casonas grandes que fueron desapareciendo frente al impulso de lo nuevo, con negocios de raigambre tradicional y sabor campestre, con pocos automóviles y algunos autos de alquiler, apostados, en fila, frente a la Escuela N° 1; en general autos antiguos que aguardaban con sus dueños, gente afable y conocida, a quienes a veces debíamos utilizar, sobre todo cuando no teníamos otros medios para volver a nuestros hogares. Dos líneas de colectivos : el Barracas y el 188, que se desplazaban, uno por la Ruta N°3 de Lobos a Once y el otro por la Doscientos 205, vía Cañuelas-Constitución, con horarios estipulados hasta las 22hs. Recuerdo su bello Templo, que aún vive en nuestros ojos y en nuestro corazón, sus paseos dominicales por la calle Libertad en donde la gente vestía sus mejores galas y las chicas y los chicos se encontraban,  también los mayores, y todos iban y volvían desde la Plaza San Martín hasta la Avenida Basavilbaso, a partir de las 19 y hasta las 22 más o menos, encuentro que era una costumbre, de siempre y que todos esperábamos.

¿Qué recuerdos quedaron grabados de tu infancia en nuestro pueblo?

Llegan a mi memoria Edificio de la Antigua Municipalidad- en cuya terraza jugábamos con Héctor y Pedro Mathieu, Jorge Niveloni y Quique Cuasit-mis primeros e inolvidables amigos. Los Bancos Nación y Provincia, con sus fachadas solariegas, la Antigua, la Casa Mendigochea, La Amarilla, El almacén de  Solari, La Casa Roma, la Farmacia Mastay, Somaet, la Zapatería Guido, la Tienda La Marina, el Hotel San Juan. El Águila, La Real, Los Inglesitos, la Casa Garzón, El Cine-cita obligada de los sábados a la noche y los domingos por la tarde, la Fábrica Finaco. En la esquina de Libertad y Belgrano nos reuníamos para ver pasar las chicas en nuestra adolescencia. Hitos de un pasado que dibuja nuestro paso y nuestra historia…marcado a fuego en mi retrospección.

La gente se conocía y se saludaba con afecto. Era común ver sillas en las puertas con propietarios y vecinos que pasaban, y se detenían a conversar con sus amigos, o con también paseantes ocasionales…Los bailes, esporádicos, se realizaban en los Clubes Estudiantes, Cañuelas -con sus inolvidables matinés- y San Martín; y una vez o dos veces al año en el Club Artesanos,-situado frente a la Plaza en donde hoy vive la familia Gargiulo- sobre todo en los famosos Carnavales. Me veo entrando al Bellísimo Templo de nuestra Patrona La Virgencita del Carmen portándola en mis brazos y me embarga una profunda nostalgia inherente a mi etapa de vida. Memorias inmarcesibles!!!

 ¿Cómo era la educación en aquella época?

Pocas Escuelas Primarias plenas de alumnos y tres Secundarias que fueron naciendo con el tiempo y afianzándose lentamente: Don Bosco, Industrial y Estrada. Centros actuales de Educación, uno de los cuales aún se conserva -como anexo- en Libertad y Mozotegui,  y en el que tuve la suerte de formarme para encontrar mi amada Vocación Docente. Los maestros y profesores eran sumamente respetados,  y la presentación de alumnos y educadores era impecable y formal. Para realizar Estudios Terciarios había que viajar a CABA o La Plata y no todos podían hacerlo. Hoy los Estudiantes tienen todo cerca de sus manos.

Fuiste dos veces Secretario de Cultura de Cañuelas. ¿Cómo ves la oferta cultural de hoy en día en nuestro Distrito?

Amo la Cultura en todas sus aristas y como Sub Secretario de Cultura di lo máximo de mí, en cada gestión que tuve a mi cargo. Hoy veo más amplitud de posibilidades, un fuerte apoyo hacia todas las manifestaciones culturales y un Instituto Cultural acorde y consustanciado con la época en que vivimos.

¿Cómo surge la vocación docente y cómo fueron esos primeros años al frente del salón?

Mi vocación era el Teatro, pero el día en que di mi primera Práctica- cuando cursaba el primer año del Magisterio- me encontré con mi “Maestro”. Mi profesora era la Sra. Rosa Galitzia de Raffo -ser que amé y me amó hasta el final de sus días- y la maestra del curso de la Escuela N°1 era la Sra. Nélida de Tellería de Salerno, ambas imponían respeto y yo temblaba ante ese desafío que me marcó para siempre… Mi “Cruzada Docente” fue maravillosa y me dio la oportunidad de conocer y conocerme, de dar lo que había en mí y de recibir lo mucho que recibí, y sigo recibiendo de mi alumnado, que vive en mí y seguirá viviendo en el recinto áulico de mi alma.

¿Cómo vez a la educación hoy en día? ¿Es más inclusiva?

Hoy  hay muchas posibilidades y Cañuelas ha crecido mucho como ciudad. Brinda la oportunidad de elegir y desarrollarse con una suma excelente de Centros Educativos, en los tres Niveles, en los cuales los niños y jóvenes tienen una puerta abierta y cercana en el camino, y una ventana promisoria para su futuro.

 Luego de una larga trayectoria como poeta, y de haber publicado tantos libros, cuál es el paso que falta, o cuál es el nuevo proyecto…

Seguir escribiendo hasta que Dios lo decida, porque es mi manera de encontrarme y encontrar a quienes se emocionan con mis letras…Tengo 15 poemarios editados, y tres inéditos: ”Mis Octubres Descalzos”, ”Los Nombres” y “El Aura”, y dos en imprenta: ”Desnudez”, dedicado a mi maravillosa e imborrable hermana Tita, quien fue mi auxiliar en los 20 poemarios que llevo escritos. ”Hijo”, libro con 200 poemas, en homenaje a los 200 años de mi Cañuelas querida, auspiciado por el Gobierno Municipal y totalmente co-realizado con escritores, plásticos y editores cañuelenses; con 200 dedicatorias, ya que en forma individual o global, abrazan: a mi gente, a mis colegas, a mi Familia, a mis Alumnos, a mis Amigos, a mis Calles, a mi pisada, a mi raíz, en donde el lugar en donde nací y crecí: “Las Carolinas” -la querida Estancia que guarda mi sueños y mis aventuras -Ruta 3 Km 60- palpita fuerte en mí, sobre todo en este momento que tanto se aviene a mi palabra.