Una nueva entradera en pleno centro

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Tres delincuentes armados sorprendieron en su domicilio al ex presidente de la Cámara de Comercio, Néstor Garavaglia. Lo encañonaron e ingresaron en su casa donde se hallaba su esposa. “En la ruleta, esta vez nos tocó a nosotros”, se lamentó el comerciante.

 

Tres hombres armados robaron esta madrugada en el domicilio de Néstor Garavaglia, reconocido comerciante local y ex presidente de la Cámara de Comercio. Los malvivientes lo sorprendieron cuando salía de su casa, tras desconectar la alarma, y a punta de pistola lo hicieron reingresar al domicilio, donde descansaba su mujer, la docente jubilada María Inés Lodigiani.

Según relató Garavaglia a CañuelasYa, los delincuentes permanecieron en su casa por unos 20 minutos, revolviendo todo para hallar dinero, joyas, teléfonos y otros objetos de valor. En un momento le pegaron un culatazo que no llegó la lastimarlo, para que no mirara a uno de los ladrones.

Luego se retiraron, atándolos con un pañuelo y un buzo, de los que pudieron librarse fácilmente.

Me estaban esperando, y es evidente que estaban haciéndome inteligencia. Sabían que tenía corralón, y conocían los movimientos, la rutina. Yo salgo siempre a la misma hora y desconecto la alarma para abrir la puerta, ese es el único momento en el que podían entrar”, aseguró el comerciante, que además relacionó el hecho con dos sucesos que vivió recientemente.

Atando cabos, recordamos que hace tres meses en el mismo horario tocaron el timbre y cuando María Inés abrió un ventiluz al lado de la puerta, la manotearon de los pelos. En ese momento pudo zafar. Y hace un mes, a la misma hora, vimos un tipo parado en la medianera del fondo listo para saltar. Lo vimos y se fue”, contó Garavaglia.

De los tres delincuentes –o cuatro, porque se supone que uno esperaba en el auto- solo uno actuó con la cara tapada con un pasamontañas, mientras que los otros se manejaron a cara descubierta. Y salvo en el momento del culatazo, mantuvieron la calma durante todo el asalto.

No fueron violentos, te dicen cualquier cosa, pero estaban tranquilos, no estaban drogados ni nada por el estilo”, aseguró Garavaglia, que además relató un dato muy particular, que da cuenta con la logística con que se maneja la banda:

En un momento, uno de ellos se tapó la cara con la campera y habló por radio. No fue por Nextel porque yo tengo y conozco el ruido, para mí era una radio”, aseguró el hombre, que todavía busca recuperarse del mal momento: “Sentís como si te hubieran violado, que se metan en tu casa, en tu habitación… después que pasó el hecho sentís bronca y tristeza”, afirmó.

El modo de operar de la banda, lleva a pensar que puede tratarse de los mismos delincuentes que desde hace semanas viene llevando a cabo hechos similares en Cañuelas, de los que fueron víctimas las familias Arín, Yapur, Bonavita, Lamarca y Bignone.