Matrimonio de productores asaltados por encapuchados.

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Lamentablemente debemos ir acostumbrándonos a este tipo de delitos. Una vez más los productores son víctimas de asaltos de parte de delincuentes que cada vez actúan con más violencia.

A pesar de haber invertido la provincia y el municipio en seguridad y vehículos de patrullaje rural, los cacos siguen operando a sus anchas.

Lo llamativo de este hecho fue que uno de los tres delincuentes, estaba vestido con prendas similares a la que utiliza la policía. Los dos restantes llevaban prendas oscuras y pasamontañas y guantes.

Por otro lado se investiga si hubo una entrega de parte de un tercero que tuviera conocimiento de la venta de un inmueble que la pareja había vendido.

Por la saña y las torturas con la cual sometieron a los productores, se sospecha que tenían datos precisos de la supuesta venta.

El asalto lo sufrió en este caso  un matrimonio que se dedica al cultivo mediante el sistema hidropónico que residen en la vivienda ubicada en la calle Jauretche cerca de la Ruta 205, en la zona donde se encuentra la planta de Grabya y el frigorífico El Chillén.

Como tal venta nunca se realizó, los cacos luego de más de tres horas de requisar la casa, solo se alzaron con un magro botín, compuesto por un drone y el dinero que había en la casa (unos 800 dólares y 50 mil pesos).

Además, cuando los miembros más jóvenes del grupo intentaron llevarse un iPhone y un iPad, el jefe del grupo les sugirió no hacerlo porque estos electrónicos podrían ser rastreados, una actitud precavida que no suelen tener los delincuentes comunes.

La causa quedó radicada en la fiscalía local Nro. 2, caratulada  como “Robo agravado”.