María Jesús Salvatierra “en Cañuelas pude realizar mi sueño”

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Única mujer que corre en una categoría nacional de automovilismo:  “Desde que tengo uso de razón que me gusto andar entre motores, mi tío tenía un taller y me encantaba mirar. El automovilismo me comenzó a llegar desde la tele mitrando con mis abuelos las carrera de los domingos me despertaba un sentimiento inexplicable que aun hoy siento”.

Por Vanesa Kun Viola

Cuando chica yo decía “algún día quiero correr” o por lo menos quería ser mecánica y poco a poco todo fue tomando forma. A los 11 años en el campo de mis abuelos aprendí a manejar auto, por ese entonces  las películas “Rapido y furioso” estaban en su furor y más ganas me daban de subirme y correr. Es importante el hecho que mis papas vivieran, aún viven, en saladillo a dos cuadras de lugar donde preparaban los motores Lustosi lo que  propicio a que siempre que se podía mi papá o mi hermano me  llevaban a ver cuándo banqueaban  o cuando probaban un auto de TC a ruta cortada, más allá que también me llevaban a las carreras. Una anécdota linda de mi papá; una vez al ver mi fanatismo se sacó la pulsera para entrar a boxes y me la dio a mí, él se quedó afuera con mi mamá.

Una realidad es que no vengo de familia de mecánicos;  si bien a mi papá le hubiese gustado correr y de hecho con mi tío una vez intentaron armar un auto pero la economía se lo impidió, si somos apasionados del automovilismo siguiendo las carreras por televisión o yendo a ver en alguna pista como por ejemplo en 9 de julio.

Como dije antes, todo fue tomando forma  poco a poco. Saque mi carnet a los 16 años, deje la escuela donde estaba para ir a escuela técnica porque realmente me gustaba los motores, hasta en mis tiempos libres leía libros sobre el tema, aunque era la única mujer estudiando técnica en electromecánica, allá en saladillo, no me importaba seguía mi sueño de correr aunque en ese momento era imposible ya que no tenía ni un conocido en el ambiente, no podía subirme a un cartin ya que económicamente era mucha plata asique nunca lo pude concretar siendo chica, recién se hizo realidad cuando vine a vivir a Cañuelas y como dicen “TIERRA DE OPORTUNIDADES” realmente concrete muchas cosas aquí.

Al establecerme en ésta ciudad comienzo un trabajo que me permitió empezar a ir a las carreras y ahí vincularme con gente del amiente automovilístico. Fue así que conocí a alguien que tenía escuela de cartin y preparaba a pilotos, pero también demandaba mucho dinero y lo más que podía hacer es ir dos veces al año. Pero mi sueño de correr en la categoría Copa Bora seguía intacto, cuando veía los mosquitos con los autos cargados le sacaba una foto y se la mandaba a mi familia y les decía “yo algún día voy a correr ahí”, así es y actualmente estoy en esta categoría, pero en ese momento no pedía más aunque era mucho a su vez. En pandemia tome la decisión y me prepare físicamente para  correr, no sabía lo que iba a pasar pero me puse la meta  que ese momento histórico sirva para algo en mi vida. Cabe decir que mientras tanto estudiaba fotografía, community manager y todo lo necesario con el fin de conocer pilotos, hacer sus redes, notas, flyers y de más, la idea era ir a las carreras  y así hacerme conocer en el ambiente automovilístico con el objetivo final de  “correr”.

Entonces en un momento se me da la oportunidad de presentarme a una prueba para la Copa Bora, la verdad fue un desastre solo pude dar una vuelta, pero como sabían de mi trabajo en redes me dijeron “venite a trabajar con nosotros ¿cuánto quieres?” y les respondí que no quería plata, que mi único sueño era correr en la Copa Bora,   solo pedía la posibilidad de girar en el auto en cuanto se pudiera. Así es que he viajado por todo el país junto a la categoría, con el único objetivo de correr, pero la verdad es que nunca me dieron el  auto porque no me tenían fé. Hasta que, hace dos años atrás me dije “basta de seguir ayudando yo quiero correr de una buena vez”, tome mis ahorros y decidí  hacer el curso de piloto de auto de turismo pista en buenos aires, luego surgió una prueba de la Copa Bora y me prestan un auto ya que vieron que tenía conceptos para tirarme y el año pasado, antes del 10 de abril que era la carrera, me dicen “venite y corre”, mi alegría fue grande pero me encontraba con un nuevo desafío, necesitaba sponsor. Cuando voy a Saladillo para la búsqueda me abrieron las puertas, un montón de personas me ayudaron, y nuevamente con los ahorros que me quedaban  tuve mi primer carrera y desde  ahí, gracias a Dios, dos años de continuidad sin parar cumpliendo mi sueño, siempre tratando de mejorar para ser lo más profesional posible.

Actualmente  tengo mi trabajo fijo de lunes a viernes, de ahí salgo y me voy a La Plata, a Buenos Aires o donde sea que tengo reuniones con sponsors, además manejo las redes; por otro lado entreno físicamente y luego simulador, sigo una dieta especial y hago todo lo necesario para llevar a cabo lo que quiero. Este año busco estar lo más adelante posible, entre los 10 primeros, cada carrera voy mejorando teniendo en cuenta que compito con pilotos que están en varias categorías o en karting o prueban en circuitos en la semana cosa que yo no puedo hacer porque no tengo presupuesto.

Soy la única mujer corriendo en la categoría, el mensaje es que si uno se respeta y respeta a los demás se puede perfectamente hacer un buen equipo de trabajo.