La UTA cerró una paritaria semestral por debajo del 30%, con cláusula de revisión.
Los trabajadores recibirán un 10% de incremento salarial en enero, 10% en marzo y 7% en mayo, con revisión en julio. Desde el 1° de marzo, el salario básico será de $242.000. De esta manera, se descarta la posibilidad de un paro de transporte en todo el país para la semana que viene.
En línea con las intenciones del ministro de Economía, Sergio Massa, de contener las negociaciones paritarias en torno al 60% anual, la Unión Tranviaria Automotor (UTA), el gremio que nuclea a los colectiveros, selló hoy un incremento semestral cercano al 30%. El aumento se dará en tres tramos: un 10% en enero, otro 10% en marzo y un 7% en mayo, que dan un total del 29,47%. El acuerdo lleva el básico de enero a $220.000 e incluye una pauta de revisión para julio, en el inicio del segundo semestre.
De este modo, no hubo sorpresas con los colectiveros, que el mes pasado, en un principio de acuerdo con el cual Gobierno pretendía marcar el rumbo de las paritarias y en el que Massa tuvo un papel activo, ya se habían mostrado en sintonía con los planes del ministro que pretende contener los aumentos salariales en torno al 60% y así moderar las expectativas inflacionarias en un año electoral.
Pese a que el cierre de la UTA se inscribe dentro de los planes del ministro Massa, otros gremios miran de reojo el techo del 60% y prefieren inclinarse por unas paritarias “libres y sin techo”. Así, por ejemplo, los pronunciamientos de los gremios que nuclean a los docentes nacionales (CTERA, UDA, SADOP, CEA y AMET) parecen delinear un camino que se aparta de los deseos del jefe del Palacio de Hacienda, una de cuyas metas en materia inflacionaria es llegar a abril con un índice que comience con el 3% mensual.
Del otro lado, “los gordos”, el sector mayoritario de la CGT, donde se inscribe el gremio de los colectiveros conducido por Roberto Fernández, ya había dado algún indicio de apoyo al plan del Gobierno. La intención de la CGT es “bajar las expectativas inflacionarias” para este año, en el que el gobierno se jugará su continuidad en el poder. En esa negociación en que la intervino Massa, el compromiso del Gobierno para con ese sector de la CGT fue el de “cumplir los acuerdos de precios”.
El que abrió la temporada de paritarias en 2023 fue el gremio de los aceiteros, que en diciembre pasado acordó un aumento salarial del 81%, un número que se sitúa casi a mitad de camino entre la inflación del año pasado (94,8%) y las pretensiones de Massa. Además del aumento, el acuerdo de la UTA incluye el otorgamiento de una suma fija de $25.000 por “única vez” para julio, mes en el que se revisará la paritaria.