José Saluzzi en primera persona, el compositor y guitarrista visita Cañuelas
En plena gira del Trío por Argentina se levo adelante una clase abierta y charla, como eje central ir de la música de nuestro territorio, pasar por la música danesa y entender cómo ambos géneros se pueden funcionar con el lenguaje del jazz.
Por Martín Aleandro.
José María Saluzzi en guitarra, Ulrik Bisgaard en batería y Juan Fracchi en el contrabajo, este trío se formó en el año 2017 cuenta Juan Fracchi, cada vez que nos juntamos hacemos una gira porque vivimos en países diferentes. Tocamos en distintos festivales en Dinamarca, en el 2018 participamos del festival de jazz en Buenos Aires.
“Lugar” es un disco único que pone al desnudo la sensibilidad de la banda y la interminable indagación en la profundidad de la música. Grabado en el 2020 fue presentado en diferentes festivales y conciertos en distintos países tanto en Europa como en América del sur.
Cañuelas Ya tuvo la posibilidad de hablar con José Saluzzi:
¿Cómo surge la idea de tocar música danesa, música de nuestras pampas y pasar todo por la licuadora del jazz?
Bueno mira, nosotros con Juan antes del 2017 veníamos tocando ya un poco de música danesa, no sólo porque nos gustaba, sino también porque admirábamos ciertos músicos de escandinava. Funcionaban ciertas músicas o canciones latinoamericanas y ese tipo de cosas. Y entonces un poquito lo empezamos a fusionar nosotros con la música argentina, con nuestra música. Y bueno, y tocando fueron surgiendo ideas, también componiendo, y cuando lo conocimos a Ulrich nos cerró la idea de fundir estas cosas y empezar a través de esa fusión, buscarle un sonido propio, formar el trío y buscarle un sonido propio.
¿Cuáles van a ser los ejes principales de la Clase maestra que van a dar en la Empca?
Mira, los ejes principales fundamentalmente un poco cómo pensamos la música que tocamos, cómo la armamos, cómo la interpretamos, cómo la ensayamos, un poco mezclado todo eso. Y también, bueno, un poco de nuestra experiencia, que creo que siempre es bueno hablar de la experiencia de uno, en un ámbito también de clase. Y mostrar sobre todo en vivo, digamos, ejecutando la música que hacemos para poder un poco enseñar de algún modo cómo la armamos, digamos, cómo la pensamos para componerla, cómo armamos y sobre todo también un poco como apelamos a la improvisación como método de composición.
Hay momentos, matices, profundidades en la música del trío donde aparecen figuras y melodías que remiten a tu padre en los discos más experimentales. ¿Qué relación encuentran ustedes con la música de Dino Saluzzi?
Sí, indudablemente porque él es como una especie de mentor, yo aprendí escuchando sus discos, también tuve la suerte de conocer otros buenos músicos acá en el exterior y poder estar con ellos, pero casi todo lo que sé lo aprendí de mi papá. Y sí, es la gran influencia, es poder hacer una música sin una región determinada, no sin una región determinada, perdón, si bien tienen regiones la música, pero sin ningún límite, quiero decir, sin ningún límite, sin ninguna frontera. O sea, cualquier música ejecutada desde su esencia uno la puede hacer propia, me parece. Y eso es lo más lindo. Lo que pasa es que hay que pasar todo por un proceso de trabajo y de entendimiento, de preparación. Pero eso es lo que más me influencia, me parece, que la música por más que venga de una región determinada en su esencia, habla de lo mismo.
Para cerrar
Este tipo de charlas y acercamientos de artistas con la experiencia y el talento de Víctor Simón, “Moscato” Luna, Delfeayo Marsalis, Juan Falú, Rodolfo Mederos, y ahora Saluzzi-Fracchi-Bisgaard dejan en los estudiantes y huella imborrable. “Tener la oportunidad de hablar y participar de estos eventos es una gran forma de humanizar y acercarse a este tipo de artistas que solamente los escuchábamos en la radio, y por Las Redes”, le dice a Cañuelas Ya Lucas Silva, estudiante avanzado de la EMPCA.