Temor por la aparición de un alacrán en el barrio Los Fresnos
La odontóloga Carola Calderón halló un arácnido de alrededor de 5 cm cuando ingresó en su domicilio. El espécimen fue llevado al área de Bromatología del Municipio para su análisis. Sepa cómo prevenir su aparición y cómo actuar en caso de una picadura.
Foto: el ejemplar hallado en el domicilio de Calderón.
Un alacrán de aproximadamente 5 centímetros fue hallado el último sábado en el interior de una vivienda del barrio Los Fresnos. Su aparición causó evidente preocupación sobre todo al conocerse varios casos de picaduras en lo que va del año. Hace apenas 10 días, un niño de 5 años fue hospitalizado en la ciudad de Buenos Aires en grave estado por el ataque de un arácnido de estas características.
El último sábado, poco antes de las 21 horas, la odontóloga Carola Calderón encontró en el piso del living de su casa en el barrio Los Fresnos un escorpión –como también suele llamarse a estos arácnidos.
Según contó Carola a CañuelasYa, tras descubrirlo mató al alacrán con insecticida y lo guardó en un frasco, que este lunes llevó al área de Bromatología del Municipio para su análisis.
“Me aconsejaron fumigar, algo que yo ya había hecho porque me preocupa sobre todo por mi nene más chiquito, que juega en el piso”, relató la odontóloga.
Calderón se mudó hace apenas 10 días a su nuevo domicilio, por lo que en el fondo del patio aún había restos de escombros y materiales de construcción. “Me recomendaron sacar los escombros, mantener el césped corto y regar con Hortal diluido en agua. Además tomé otros recaudos como colocar burletes en la puerta, y ahora antes de ponerme un calzado o meterme en la cama reviso todo”, contó.
¿Qué son y cómo prevenirse?
Los alacranes, también llamados escorpiones -la primera palabra es de origen árabe, la segunda viene del latín- habitan principalmente en las zonas del centro y el norte del país donde hay altas temperaturas y altos porcentajes de humedad. Se cree que llegaron a Buenos Aires entre fines del 1800 y principios del 1900 en barcos y trenes provenientes de la mesopotamia que traían madera para la construcción. Hay alrededor de 1500 tipos, de los cuales apenas más de 30 pueden causar complicaciones graves de la salud y provocar la muerte. El veneno afecta con mayor gravedad a los niños y a los ancianos.
Hace nueve días, un niño de 5 años fue internado a causa de una picadura de alacrán. El accidente, que le provocó cuatro paros cardíacos, ocurrió mientras dormía en su departamento en el barrio de Palermo. Por el momento, Tobías se recupera favorablemente en la sala de terapia intensiva del Hospital Guemes y, según consignó la agencia DyN, mañana recibirá el alta médica.
Luego de este caso, que conmocionó y alertó a todo el país, el ministerio de Salud difundió una serie de recomendaciones sobre cómo detectar las especies “peligrosas” de las “no peligrosas”, además de cómo actuar ante un eventual envenenamiento.
En primer lugar, el organismo oficial advirtió que la mayoría de los accidentes por alacranes se producen en el domicilio, por lo cual es importante evitar su ingreso a las casas. Estos insectos pueden encontrarse en áreas rurales (debajo de cortezas de árboles, piedras, ladrillos) o urbanas (sótanos, túneles, depósitos, cámaras subterráneas).
En relación a la protección personal, el Ministerio recomienda: revisar y sacudir prendas de vestir, y calzados; sacudir la ropa de cama antes de acostarse o acostar un bebe o niño; tener precaución cuando se examinan cajones o estantes; evitar caminar descalzo en zonas donde se conozca su presencia.
Asimismo, aconseja utilizar rejillas en desagües de ambientes y sanitarios; controlar las entradas y salidas de cañerías, aberturas y hendiduras; colocar burletes o mosquiteros en puertas y ventanas; revocar las paredes, reparar grietas en pisos, paredes y techos; controlar cámaras subterráneas, cañerías, sótanos, huecos de ascensor y agujeros de las paredes.
Por último, sugiere realizar aseo cuidadoso y periódico de las viviendas y alrededores; efectuar control de la basura para reducir la cantidad de insectos que sirven de alimento a escorpiones (como arañas y cucarachas); evitar la acumulación de materiales de construcción, escombros, leña y hojarasca, porque suelen ser lugares donde se mantienen, conservan y dispersan.
Ante eventuales picaduras, se debe aplicar hielo y consultar rápidamente un médico y, en lo posible, llevar el escorpión para ser identificado. Por último, el ministerio de Salud señala que sólo como última alternativa y con asesoramiento especializado, se podrá usar la aplicación de plaguicidas de baja toxicidad.
En lo que va de 2017 ya murieron dos niñas a raíz de una picadura de alacrán: Isabella Orellano, de cuatro años y oriunda de Villa María, e Isabella Sánchez Quevedo, de siete años, quien fue picada en Villa Carlos Paz.