Organizan una Apostatía Colectiva en el Parque de la Salud
Se trata de una “renuncia formal” a la Iglesia Católica. La organiza para este viernes a las 17 un movimiento feminista que brega por la separación de Iglesia y Estado, tras el escándalo del Colegio Santa María. “¿Hasta cuándo vamos a seguir pagando sueldos de obispos encubridores de abusos?”, dicen en la convocatoria.
El próximo viernes 21 a las 17, tendrá lugar en el Parque de la Salud una “Apostatía Colectiva”, organizada por el movimiento feminista Isadora y la Izquierda Socialista, tras el caso de la denuncia de abuso en el Colegio Santa María.
“¿Qué significa apostatar? Significa solicitar formalmente dejar de ser parte de la Iglesia Católica. No se renuncia a la creencia religiosa, sino simplemente a la supuesta representación institucional de la misma. Así, la Iglesia va a ser consciente del repudio creciente que genera y pierde representatividad en diversos espacios”, explicaron a CañuelasYa las organizadoras.
Según dijeron, el mecanismo consiste simplemente en llenar una carta-formulario que luego será enviada a la diócesis correspondiente solicitando que se dé de baja al apóstata de los registros eclesiásticos. “Si podes traer tus datos de bautismo (parroquia, lugar y fecha), esto facilita el trámite pero no es imprescindible”, afirman.
La apostatía colectiva se enmarca en una campaña más amplia impulsada por varios sectores que propone la separación Iglesia – Estado.
“La intervención eclesiástica para impedir que se legalice la interrupción voluntaria del embarazo reclamada por millones de mujeres, y los permanentes casos de abusos dentro de instituciones católicas, han provocado que cada vez seamos más los que nos oponemos a que la Iglesia siga siendo financiada con los recursos del Estado. No nos oponemos a las creencias religiosas. Pero creemos que las mismas son privadas e individuales, por lo cual no deberían influir en decisiones de carácter público”, explicaron desde Isadora.
“Lo ocurrido en el Santa María es una clara muestra de lo que decimos. La Iglesia Católica siempre actúa amparando al victimario, ocultando los hechos y atacando a la víctima. Esta escuela, como muchas otras de carácter religiosa, recibe importantes subsidios de parte del Estado mientras en las escuelas públicas las estufas explotan, las paredes se caen y los docentes cobran salarios de miseria. ¿Es normal que esto ocurra? ¿Hasta cuándo millones y millones de fondos públicos se van a destinar a financiar una religión que solo es practicada por una parte de la población? ¿Hasta cuándo vamos a seguir pagando sueldos de obispos encubridores de abusos?”, manifestaron también.