En crisis, Musimundo cerró ocho locales, incluido el de Cañuelas
Los trabajadores fueron notificados verbalmente el día martes, y ahora esperan los telegramas de despido. Debido a la inflación y a la pronunciada caída del consumo, la venta de electrodomésticos bajó un 71 por ciento en el primer semestre de este año.
En época de crecimiento del dólar y la inflación, pérdida del poder adquisitivo, aumento de la pobreza y caída de consumo, el sector de ventas de electrodomésticos y línea blanca es uno de los más golpeados.
La venta de electrodomésticos cayó hasta un 71% durante el primer semestre del año. Así lo indicaron desde la Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica (Afarte), que engloba a las principales empresas que fabrican televisores, aires acondiciones, y electrónica para los vehículos, entre otros productos.
En este contexto, la cadena Musimundo concretó el cierre de ocho nuevos locales en la Provincia –entre ellos el de Cañuelas-, continuando con un proceso de retirada de la Provincia de Buenos Aires que ya dejó cientos de trabajadores en la calle desde el año pasado.
En el 2018 la firma –controlada en un 50% por la chaqueña CARSA– había cerrado un total de 28 locales, en un proceso de ajuste que buscaba reducir sus pasivos. Hacia fines del año pasado esa “readecuación” les había permitido salir de la convocatoria de acreedores y esperaban un 2019 con mayor estabilidad.
Sin embargo, la estrepitosa caída en las ventas continuó durante este año, y la empresa continúa su plan de achique, cerrando ahora sus sucursales ubicadas en los distritos de Olavarría, Tres Arroyos, Ezeiza, Cañuelas, Marcos Paz, Quilmes, Monte Grande y Necochea.
En el local de Cañuelas, que había sido inaugurado en el 2014, el aviso se dio el mismo martes por la mañana. Minutos antes de la apertura del local, un representante regional les notificó verbalmente a los seis empleados de la sucursal que habían quedado en la calle.
Según explicó AFARTE, la caída de las ventas se explica por la suba de precios provocada por la devaluación y la pérdida creciente de poder adquisitivo de la población. Tras el pésimo primer semestre, se esperan además peores indicadores para lo que resta del año. Con esperanza, esperan que la reactivación del sector lleguen a mediados del 2020.
