Barrio Morgante: los preadjudicatarios tomaron las casas sin finalizar
Son 20 viviendas cuya construcción lleva años detenida. Cansados de la falta de respuestas, los mismos beneficiarios del plan decidieron tomarlas para terminarlas por su cuenta.
Durante la mañana del viernes, el barrio Morgante se levantó sobresaltado por un gran despliegue de personas en el predio del Instituto de la Vivienda donde desde hace años se levanta la obra de veintiún casas. Perfectamente organizados, los responsables de la toma iniciaron trabajos de limpieza, corte de pastos, y se distribuyeron las viviendas, además de instalar postes eléctricos comunitarios.
Varios vecinos, alarmados, realizaron denuncias en la policía, que acudió rápidamente al lugar. Pero al cabo de poco tiempo se conoció el trasfondo de la situación: los responsables de la toma son los propios preadjudicatarios, que cansados de esperar las promesas de finalización de la obra, decidieron hacerse cargo ellos mismos de terminarla.
«Ya el año pasado tomaron una casa, y nadie hizo nada, la familia no fue desalojada. Hubo otros intentos, y permanentemente estamos escuchando versiones de gente de Virrey del Pino que se está organizando para tomarlas. Ante esta situación y la falta de respuestas, ya habíamos avisado que si para mitad de año no había una solución concreta, nos íbamos a meter«, le contó a este medio uno de los preadjudicatarios.
Según explicaron, todos los que ingresaron en las casas son beneficiarios del plan, y se encuentran en el listado de las 42 viviendas que restan entregar. «De esos 42, somos veinte los que nos juntamos y organizamos siempre, a muchos de los otros ni siquiera los conocemos, pero todos los que estamos acá tenemos papeles«, explicaron.
Algunos de los preadjudicatarios cerraron la vivienda con chapas, y al menos tres familias llegaron con materiales y aberturas como para instalarse de inmediato. No obstante, aseguran que desde esta noche organizarán guardias para evitar intrusos o intentos de desalojo.
«Yo estoy pagando 10 mil pesos de alquiler, con ese dinero puedo sacar un préstamo y terminarla como corresponde. Nuestra idea no es hacer las cosas mal, al contrario. Una vez que nos organicemos vamos a reunirnos con el Municipio para poder pagar los impuestos, nosotros buscamos que esto sea legal«, explicó otro de los vecinos.
Las promesas
La obra ya lleva 18 años de demoras, y si bien en algunas oportunidades la construcción del barrio se reactivó y se entregaron algunas manzanas, quedaron 42 viviendas sin terminar, de las cuales la mitad están a medio hacer y las otras ni siquiera comenzaron.
A principios del año pasado, el Instituto de la Vivienda de la Provincia y el Municipio firmaron un acuerdo y anunciaron la finalización de las 42 viviendas que restan terminar. La obra, según se informó, iba a estar a cargo de la Cooperativa de Trabajo Azul Limitada.
Sin embargo, los trabajos nunca comenzaron.