GANARON LOS MALOS
Cañuelas no pudo terminar su partido con San Martín de Burzaco por la 4ª fecha del torneo Clausura de la Primera “C”. El árbitro Ramiro Magallán suspendió el encuentro a los 42´del primer tiempo.
Todo estaba preparado para ver si el Campeón del fútbol de la Primera C, el Cañuelas Fútbol Club, revertía la imagen de los 3 primeros partidos. Poco duró. A los 4´ del encuentro un grupo de simpatizantes albirrojos pugnaban por ingresar a la popular local, vaya a saberse porqué motivos la policía no se los permitió y los dispersó a pura bala de goma. Los que estaban en la tribuna y los de afuera contra la policía. El árbitro Magallán mantuvo suspendido el juego por 10 minutos hasta que se restableció la calma y el comando policial le dio garantías para continuar. En esos instantes Cañuelas se insinuó con ganas y se acercó al arco de San Martín. A los 32´ más incidentes. Un grupo de hinchas tamberos circulaban por calle San Juan parándose en la esquina de 24 de setiembre. Desde la calle empezaron a agredirse con las personas que estaban en el sector destinado a Burzaco (dirigentes, familiares, allegados e hinchas caracterizados), hasta que desde la calle comenzaron a arrojar piedras sobre los visitantes. Ramiro Magallán, se vio obligado a suspender por segunda vez el juego, otros 12´ parados en la incertidumbre si continuaba o no el partido. A los 42´ la hinchada de Cañuelas, que ocupaba su tribuna lanzó piedras contra la humanidad de Federico Scurnick, quien corrió hasta Magallán mostrándole los proyectiles. Otros 10´de incertidumbre, tras los cuales Ramiro Magallán, el árbitro, luego de varios cónclaves con sus colaboradores, los capitanes, y la cúpula policial, determinó la suspensión del partido por “Falta de Garantías”. La hinchada de Cañuelas, o los que ocupan la tribuna local, hicieron todo para que el tambero sufriera la suspensión que traerá severas sanciones disciplinarias, desde la suspensión del Estadio Arín, la imposibilidad de jugar de local y hasta la quita de puntos… AFA dirá.