El sueño de estudiar y convertirse baterista y en docente de la música.

Compartir

Cultura y Sociedad: En primera Persona / Bautista Cordovero

Por Martín Aleandro

Bautista Cordovero es un joven cañuelense que tienen un proyecto de vida, una meta a seguir, y que, como nos pasa a todos, comienza siendo un sueño: ser músico profesional y poder dar clases en la escuela secundaria. Para las generaciones anteriores a Bautista cumplir este sueño significaba viajar a La Plata, Avellaneda o a CABA. Muchos soñadores despertaban en otros oficios y su sueño se transformaba en utopía. Hoy en día nuestra ciudad cambió muchísimo y ofrece una amplia gama de estudios terciarios y universitarios privados y públicos. El Estado presente hace realidad los sueños de miles de jóvenes que con vocación se vuelcan a estudiar en Cañuelas para convertirse en profesionales. En este caso Bautista eligió la EMPCA y ya cursa su tercer año… ese sueño está cada vez más cerca. Cañuelas Ya lo entrevistó para escuchar su voz en primera persona y que nos cuente su experiencia.

Nacido y criado en el Barrio Los Aromos, Bautista Cordovero cursó la primaria y la secundaria en el Colegio Santa María. Con 22 años se inscribió en la Escuela de Música Popular de Cañuelas para ser baterista profesional y docente de música. A partir de ahora ese sueño comenzaba a tomar forma, a alejarse del plano onírico, y a plasmarse en hechos reales y concretos. Con conocimientos muy básicos del instrumento cursa su primer año lleno de emoción y conoce a los compañeros que hasta el día de hoy viven la misma experiencia y forjan una amistad. Nos cuenta que: “Hace rato tenía ganas de estudiar música y no dejé pasar esta oportunidad, me metí de una…”. Continúa: “Entré en el primer año de la EMPCA, todos estábamos llenos de expectativas, tanto nosotros los estudiantes como los docentes, era algo nuevo en general. Al poco tiempo entramos en ritmo y a darnos cuenta la importancia del proyecto, y también, por otro lado, que todos los que estábamos ahí seguíamos el mismo sueño, (…) la música como lenguaje es nuestro común denominador y nos une aunque hayamos escuchado Folclore o Heavy Metal”.

En la mayoría de los casos de las personas que eligen estudiar el conservatorio de música, o en este caso la Escuela de Música Popular, tienen el mismo denominador común de haber escuchado y ser fanático de artistas populares, nacionales o extranjeros. En el caso de Bautista sus referentes musicales son muy amplios, no dice que: “los artista que más me han marcado en la vida fueron Gustavo Cerati, Fito Páez, Charly García, Luis Alberto Spinetta, eso por un lado, por otro también escuché muchísimo a Guns and Roses, Metallica, Led Zeppelin, Black Sabatt, Pink Floyd, Deep Purple. Mis bateristas preferidos son Nicko McBrain de Iron Maiden, que siempre lo tuve allá arriba entre los mejores. A nivel local también tengo mis preferencias: Héctor “Pomo” Lorenzo, que formó junto a Spinetta, y más joven y cercano puede ser Daniel Corrado de Tres Latin Jazz. Siempre escuché música muy variada y de muy pibe soñaba con ser baterista”. 

La Escuela de Música tuvo su primera etapa en el año 2021 cuando en el Concejo Deliberante, y por unanimidad de votos, se dispuso la creación de la EMPCA. De ahí en más el trabajo de sus directivos y docentes llevó adelante la institución. La creación de la Orquesta de jazz y de La Orquestango, las charlas a modo de “masterclass” de importantísimos artistas nacionales e internacionales, y las presentaciones de los estudiantes en diferentes escenarios y festivales, más el Ciclo de Conciertos de la EMPCA en Juan de Arco son un método de estudio que brinda la posibilidad de adquirir experiencia profesional. Bautista Cordovero es el baterista de La Orquestango y tuvo la oportunidad de viajar a Brasil, a representar a Cañuelas en el Festival de Foz do Iguazú, y hace muy poquito viajaron al Festival de Jazz de Escobar. Bautista nos cuenta que: “este tipo de viajes son buenísimos, espectaculares, porque nos llenan de ganas, de entusiasmo, nos brinda una experiencia única que es la de tocar sobre una escenario grande, con un sonido profesional, en un ámbito profesional, donde te tratan como profesional. El aprendizaje es directo, estás viviendo junto a tus compañeros un momento único e irrepetible, inolvidable todo los que vivimos, nos queda grabado y nos forma como músicos. Cada una de estas experiencia nos van transformando, yo creo que no volvemos siendo los mismos, volvemos mejores”.