El primer Argentino destacado por la NASA es de Cañuelas.
Pablo de León nació en Cañuelas, provincia de Buenos Aires, y llegó a lo más alto de su carrera como ingeniero en los noventas, cuando entró a trabajar a la agencia espacial de los Estados Unidos, la NASA. Eso sí: sus creaciones llegaron aún más lejos, porque son los trajes de los astronautas. https://www.minutouno.com/
El 20 de julio es el Día del Amigo en Argentina, y justamente esa fecha fue elegida porque fue cuando el Hombre llegó a la Luna. Así lo recuerda De León, a quien sus padres lo despertaron durante la noche para ver el evento que cambiaría la historia de la humanidad.
«Desde ese momento quedé, de alguna manera, prendado de esta maravillosa aventura que estaba teniendo lugar«, reconoció De León en un video publicado por la NASA a propósito del Mes de la Herencia Hispana en Estados Unidos. Es el primer argentino destacado en el sitio de la agencia espacial.
«El destino de la mayoría de los niños que nacieron en la época y el lugar en el que nací era dedicarse a las cosas de campo, que me parece una tarea sumamente noble, pero yo tenía otra pasión, que era el espacio«, contó De León en un intento por explicar la localidad de Cañuelas en los sesentas.
«Aprendí cohetería gracias a una revista maravillosa que había en Argentina que se llamaba Lúpin. Era una revista de historietas y de planos sobre cómo hacer experimentos. Gracias a ella, aprendí algo de electricidad, electrónica y aeromodelismo, entre otras actividades», recordó el ingeniero argentino.
De experimentar con cohetes en miniatura en el jardín de su casa a recibirse de ingeniero, previo paso por un curso de piloto de aviones a los 15 años, De León siempre supo que estaría cerca del espacio.
Por eso hizo un posgrado en Estudios Espaciales en la Universidad Internacional del Espacio, y por eso, también, completó un doctorado en Historia de la Ciencia y de la Tecnología de la Universidad de San Andrés.
A la NASA lLegó en los noventas como contratista en el Centro Espacial Kennedy, en Florida. Cañuelas quedó atrás y ahora su actividad principal es la de director del Laboratorio de Trajes Espaciales de la Universidad de North Dakota.
«Los trajes espaciales eran una pasión para mí desde que era pequeño. Me parecía algo maravilloso debido a la complejidad que deben tener para poder proteger a un astronauta de un medioambiente tan hostil como es el espacio. Siempre me pareció algo casi mágico, hasta que empecé a entender que, como todas las cosas, no era nada de magia, sino ciencia», convino.