El fisicoculturista Ema Carricaburo ganó un torneo internacional y se consagró como profesional.
El atleta, que se desempeña en el deporte hace 7 años, ganó la Tercera Copa Mercosur de Fisicoculturismo en Mendoza, y hará su debut como profesional en septiembre del 2025 en Ecuador.
Por Camila Corrales.
El fisicoculturista cañuelense Emanuel “Ema” Carricaburo triunfó en dos categorías de la Tercera Copa Mercosur de Fisicoculturismo, torneo realizado el pasado 4 y 5 de mayo en Tunuyán, Mendoza. Esta victoria significó no solo un desempeño con mérito a nivel internacional contra participantes de siete países, sino que también implicó el egreso de amateur a profesional del atleta, quien proyecta su debut como tal para septiembre de 2025 en Ecuador.
Ema, que comenzó a hacer culturismo a finales de 2017, ganó en las categorías Open y Classic Physique (diferenciadas por peso y altura), y al ser poco común que un atleta gane en ambas y que, por ende, gane un carnet profesional para ambas, el presidente de la Confederación Internacional de Fisicoculturismo decidió que Carricaburo se desempeñe como profesional en la segunda categoría, en la cual lo consideró más competitivo.
Si bien esta es la victoria que, sin dudas, es de las más importantes para Carricaburo, ya conoció en tres ocasiones lo que es ser campeón a nivel nacional, dos en la categoría “con bermudas” y una en la categoría de Culturismo Clásico nacional en el 2021. Su primer éxito, que fue a finales de 2018, se dio tras un año de empezar en el deporte; Carricaburo recordó que, aunque al principio salió último en sus primeros concursos, su espíritu competitivo lo motivó aún más a seguir y superarse.
¿Cómo se siente consagrarte como fisicoculturista profesional?
El salto más que nada lo veo a un a nivel anímico: pasas de ser un atleta normal, como puede serlo cualquier persona que va a un gimnasio, se pone un slip de culturismo, y paga una inscripción para subirse a competir, a diferenciarte. Cualquiera puede ser un atleta amateur, pero no todos pueden ser uno profesional, porque para lograrlo tenés que ganarle a un montón de en un torneo internacional. Por eso quizás ahora me veo distinto de los demás atletas. Hace años me vengo preparando como un profesional usando la metodología adecuada, la diferencia es que ahora tengo el reconocimiento de que realmente soy uno.
¿Estabas nervioso en la previa del torneo?
Fui consciente de que iba a ser muy difícil y que tenía relativamente pocas posibilidades de ganar, ya que participan siete países, y si bien uno dentro de la Federación Argentina puede ver quienes se anotan a través de Instagram, no tenía esa posibilidad con los atletas internacionales, entonces no sabía que expectativas tener con ellos, aunque sabía que yo estaba muy bien. Estaba- y sigo estando- muy contento con mi forma física comparada a lo que fue en el torneo Sudamericano que se realizó en Brasil el 2022, la cual no me gusto para nada y consideró que fue la peor forma física que tuve en mis 7 años de carrera amateur. Entonces, para mi este torneo fue una revancha tanto a nivel de competencia internacional, así como conmigo mismo, para superar la versión de mí que había presentado anteriormente.
¿Y cuál fue tu reacción cuando ganaste?
No me lo esperaba. Es más, estaba en el backstage con mi pareja y mientras conversábamos, le pregunté: ¿vos sos consciente que si gano alguna de estas dos categorías me voy a hacer profesional, algo que yo espero hace 7 años? Nos cayó la ficha ahí mismo, en Mendoza, que si ganaba cualquiera de las dos categorías iba a recibirme como profesional. Así que fue pasar de tener la expectativa de llegar al podio, aunque sea en el tercer puesto, a terminar ganando en dos categorías y traer a casa un carnet profesional.
¿Por qué no te lo esperabas?
Siempre calculé que iba a llegar a mi mejor forma física aproximadamente a los 35 o 36 años, pero nunca pensé que iba a ser profesional a los 34. Si bien era un sueño, no estaba en mis planes hacerme profesional tan temprano. Empecé relativamente tarde, y la realidad es que el culturismo demanda constancia, buena genética, y mucha inversión: es un deporte que lleva muchísima plata, ya que tenes que estar en preparación los 365 días del año. Sí bien yo siempre lo realicé por amor al arte, yo pensé que iba a llegar a lo más alto de mi carrera a los 40, y pensaba usar la obtención de un carnet profesional como un retiro del deporte. Hoy en día me encuentro con 10 años más de carrera posible, así que es chocante en el buen sentido, porque no me esperaba tener paño suficiente como para empezar a representar a mi país en distintos torneos.