Batalla campal en el barrio Buen Pastor
El barrio Buen Pastor fue protagonista de un escandaloso suceso: una patota de al menos seis personas atacó una vivienda ubicada en la calle Olavarría al 1.000, como represalia debido a que el propietario de la misma denunció a un conocido delincuente de la zona por un robo sufrido tiempo atrás.
El hecho tuvo lugar cerca de las 20 horas del jueves. La víctima es un obrero de la construcción que había denunciado el robo de una moto perpetrado en su domicilio. Según trascendidos, éste había sido el motivo por el cual el grupo de jóvenes llegó hasta su casa, insultándolo y arrojando contra su propiedad palos y piedras.
Algunos vecinos y compañeros de trabajo del dueño de casa salieron en defensa de la propiedad, por lo que se registró una verdadera batalla campal.
Cuando la policía llegó, los atacantes ya habían ocasionado grandes daños en la casa. Al intentar detener la agresión, la patota se trenzó en lucha con los efectivos policiales, a quienes incluso intentaron quitarles sus armas reglamentarias.
Este fue el motivo por el cual la policía realizó disparos de balas de goma con escopeta, hiriendo a uno de los agresores y ocasionando que el resto se diera a la fuga.
Según fuentes policiales, dos de los responsables de los disturbios pudieron ser aprehendidos gracias al apoyo de varios móviles que concurrieron al lugar. Uno de ellos debió ser trasladado luego al hospital debido a la herida de bala de goma que presentaba en su pierna.
Si bien la causa contra los detenidos se abrió bajo la carátula de Amenazas calificadas, Violación de domicilio, Daño, Agresión con toda arma y Resistencia a la autoridad, lo cierto es que la Fiscalía del Joven en turno dio la orden de liberar a ambos quienes fueron entregados a sus progenitores.
En los momentos previos a su liberación, dos mujeres –que serían familiares de los detenidos- se trenzaron a golpes de puño en la puerta de la comisaría y debieron ser separadas por personal policial.
