Ayelen Itati Rasquetti: “hay obligaciones no solo laborales sino también morales”.

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Fue Concejal Municipal en Honorable Concejo Deliberante de Cañuelas, Estudió Gestión y Políticas Públicas en FLACSO Virtual, vive en Cañuelas, casada con Leandro Telechea y mama de una niña. Hoy es parte del Ejecutivo Municipal en la Secretaría de Desarrollo Social. La Joven Dirigente ya sufrió dos veces el contagio del coronavirus, con síntomas difíciles de olvidar, hoy en su cuenta de facebook reflexionó sobre esta “segunda ola” que nos inquieta a todos nuevamente.

Ayelen Rasquetti “Hace días que cada vez que prendo la televisión lo único que escucho es: se viene la segunda ola.  Al principio pensé hay que seguir cuidándose, nada más, pero cada vez lo escuchaba más y más.  La verdad, me empezó a entrar miedo, comenzaron a darse casos en conocidxs y con cada uno me entró mayor temor.

Algunxs van a decir: “que piba exagerada”; pero posta me “paranoiquie“ tanto así que hoy me fui a hacer el test de anticuerpos… Para qué? Con qué fin? Cómo si eso me cambiara la vida en algo, si dan altos me tengo que seguir cuidando y si dan bajos me tengo que seguir cuidando… En fin, me lo hice igualmente.

Ahora tengo que esperar hasta el jueves para saber y la verdad es que me tiene re ansiosa, no me va a cambiar la vida, no es el test del HIV, ni el de embarazo pero me tiene pensando en eso a cada rato”.

“Hoy cuando fui a sacarme sangre la chica del laboratorio me dijo: vos tuviste dos veces no? (Onda que ya sabía) y me trajo todo de nuevo al presente”.

“Seguro hay gente que la pasó peor (conozco gente que estuvo internada muy mal y otra que murió) también conozco gente que fue asintomática, yo la pasé mal y el saber que viene la “segunda ola” y el “tuviste dos veces” me pone en vigilia. Son esas frases que parecen nada pero que te mueven el piso”.

Si tuve dos veces, si la pasé mal, tuve vómitos, diarrea, fiebre, taquicardia, tos, dolor de cabeza, dolor de garganta, dolor muscular, pus en la garganta, catarro, apunamiento, pérdida de equilibrio, dolor de la vista, falta de oxígeno, cansancio, etc. Si también lloré, y llorar no me hace menos fuerte sino más humana y no, no perdí el gusto ni el olfato. SI, le tengo miedo a contagiarme otra vez, No, no solo por mí sino también por mi familia, porque ellxs también lo sufren conmigo. Nada…” medita Ayelen en su red social, con un gran acompañamiento y comprensión de los amigos del facebook.

«Les dejo este choclo de emociones con una foto de uno de los días buenos de mi cuarentena».

Ayelen es Secretaria de  Desarrollo Social, lugar donde este año significo poner doblemente el hombro, por tal motivo le consultamos como es su día a día en el trabajo y organización familiar.

Ayelen Itati: “Estoy trabajando todos los días de 8 a 14 en la oficina, hay días que tengo visitas a domicilios o instituciones dependiendo lo que se necesite y después de las 14 también surgen otras actividades de la secretaría, no es un área que sea estática, nos surgen muchas cosas de tarde, fines de semana, feriados o durante la misma noche porque nos llegan emergencias y denuncias en cualquier momento del día”. “Tenemos el trabajo de grupo Envión que si bien tiene momentos de virtualidad también tiene presencialidad (muy puntual y con los protocolos). En lo general terminas el día tipo 19 o 20 hs si no hay alguna urgencia. Cuando cierro el día trato de armar las acciones partidarias (políticas) a solucionar ya que todos los días tenemos 30 compañerxs capacitandose, un equipo que se está creando para operadores de salud, otro que trabaja con gente para realizar la terminalidad educativa y además las mesas políticas de las que formó parte”. Sentencio Rasquetti

-Nos faltaba la mirada femenina en la ardua labor a la hora de enfrentarse a situaciones donde la emoción pueden jugarnos una mala pasada y la realidad supera la ficción.

Ayelen: “Justo hoy en el Centro de Jubilados Los Posos, …No sé, me estaban contando que una señora se vacunó, era una señora mayor y todo el temor de la familia por esta situación y su esperanza en que la vacuna estaba protegiendo a la abuela. Toda esa mezcla de sentimientos de la gente eso te moviliza. La alegría de que los están cuidando y que su familia está más segura por tener la vacuna. Hoy estuve a poco de las lágrimas. Mucha emoción”.

-Ayelen nos cuenta como enfrenta su profesión y su trabajo junto a su familia todos los días: “Es mucha responsabilidad que se lleva adelante y a todo esto sumarle ser mamá, hacer la tarea, tratar de respetar pautas como la cena, el momento familiar y alguna que otra labor que me tocó en la división de tareas del hogar”. “Así que es algo que nunca paras, estás todo el día en contacto con 50 personas (los días que menos gente ves) y a esto le sumo qué hay días que aún me cuesta, me despierto tosiendo y me acuesto tosiendo, (secuelas del covid)…pero no paras”. “Mi nena me reclamó cuando estuve enferma y tuvimos que tener una charla muy profunda para explicarle que si bien soy su mamá también hay obligaciones no solo laborales sino también morales y que en este momento hay mucha gente que depende de que se siga trabajando todos los días”.